Afrontarse a un cambio de marca es un reto complejo, sobre todo cuando tienes ya mucho material creado con tu antiguo nombre. Aun así, en mi caso lo creí necesario y aquí te cuento por qué he cambiado mi nombre de marca.
Como muchos sabréis, mi antiguo nombre de marca era Handmade Fanatic. Así empecé en 2016, era un nombre que me gustaba, tenía juego, definía y reunía a mi público.
Al fin y al cabo, quién de los que estáis aquí no os sentís fanáticos por lo hecho a mano? 🙂
El problema que me encontraba con este nombre era el idioma. A mucha gente le costaba recordarlo por el hecho de estar en inglés. Incluso me habían llegado a llamar “homemade fanTAStic”!! (jajaja) La verdad es que me sentía un poco decepcionada cada vez que este tipo de errores u olvidos sucedían. Tanto esfuerzo dedicado a mi marca y todavía no terminaba de calar.
Piensa en tu Público Objetivo
También es cierto que a la hora de elegir un nombre de marca, hay que pensar en el perfil de tu público. Por ejemplo si es un público joven, que está en contacto con palabras en inglés en su día a día (ya sea por formación, vídeos en YouTuber, influencers…), seguramente no habría problema. En mi caso, gran parte de mi público no tiene este contacto tan constante con el idioma, por lo que costaba más familiarizarse con mi nombre de marca en inglés.
Así que decidí dar el paso y optar por crear mi propia marca personal, Eva Pijuan. Puede que mi apellido no sea el más fácil del mundo, y también puede dar lugar a confusión, pero ya no será por haber elegido incorrectamente. Mi nombre es el que es 🙂
Además, tener una marca personal tiene numerosas ventajas. La principal es que no te limita. Si por ejemplo tu nombre de marca es “Los Bolsos de Sara”, y un día te apetece empezar a crear otro tipo de productos, no encajarán. Con tu propio nombre esto no pasaría, ya que puedes incluir en él todo lo que quieras.
También te es más fácil diferenciarte de tus competidores, destacar en tu sector, ser encontrado, obtener reconocimiento y prestigio y, en definitiva, ser más feliz, porque te sientes realmente en consonancia con tu trabajo.
En definitiva, el cambio de marca era algo que necesitaba, tanto a nivel personal (para sentirme cómoda con mi negocio) como a nivel profesional (para no generar confusión). Evolucionar es algo necesario en cualquier negocio, y estoy segura que este cambio va a ser muy positivo tanto para mi, como para todos vosotros 😉
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Un abrazo!